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La península ibérica cartografiada tal y como se conocía en el segundo tercio del siglo XVI es la base de la exposición Imago Hispaniae. Rediseñar un espacio en el siglo XVI, que puede visitarse en la sala de El Cielo de Salamanca hasta el 15 de septiembre.

Los poderosos volúmenes del Theatrum Orbis Terrarum, elaborados por Abraham Orteluius en Amberes, aparecen ante el espectador abiertos por la imagen de la Península Ibérica, con el detalle de las ciudades, villas, ríos y accidentes geográficos que determinaban la geografía de España en un momento de gran esplendor, bajo el reinado de Felipe II, al que está dedicada la obra.

La Universidad de cuenta con cuatro planchas distintas del mapa, que se corresponden con otras tantas ediciones, y en las que pueden apreciarse sutiles cambios a lo largo del tiempo, en particular los de algunos topónimos y las líneas de las costas de Andalucía y Norte de África. De los cuatro mapas del Estudio Salmantino, uno pertenece a la librería del Convento menor de Los Ángeles, otro al Convento de San Esteban y los dos restantes debieron adquirirse con posterioridad, y no conservan el rastro de su primitiva asignación.

El 20 de mayo de 1570 vio la luz la primera recopilación de mapas impresos bajo el título Theatrum Orbis Terrarum (Teatro de toda la Tierra) obra de Abraham Oertel, latinizado Ortelius, anticuario, comerciante encuadernador y decorador de mapas natural de Amberes. La Iniciativa surgió tras la edición de una compilación de 38 mapas en un volumen a petición de un cliente, el comerciante Gilles Hoofman, para la que Ortelius recurrió a la geografía de diversos países, impresos mayoritariamente en Roma.

Dotado de un fino instinto comercial, Ortelius decidió dedicarse a la producción de colecciones de mapas encuadernados. Para ello mandó reducir y grabar a un tamaño semejante 53 mapas que conformarían el corpus de la obra, a los que irían asociados los correspondientes textos alusivos al continente, país o región descrita gráficamente. Fue tal su éxito que de la primera edición en latín se imprimieron cuatro estados diferentes. La obra que nació con vocación ecuménica fue incorporando mapas a lo largo de las sucesivas ediciones hasta los 128 de las ediciones postreras. Su aparición causó conmoción en los círculos humanistas, hasta el punto de que personajes relevantes quisieron disponer de algún ejemplar e incluso, ligar su nombre a la edición de esta obra.

En los 71 años de vigencia del Theatrum se produjeron 35 ediciones, a las que habría que añadir los tres estados diferentes de la primera edición.

Desde la primera edición y hasta la de 1573, la representación de España ocupa el verso y el recto interiores del séptimo bifolio, posición que se modificó a medida que se incorporaron un mayor número de mapas. El grabado de la plancha parece que fue obra de Frans Hogenberg y con ella se imprimieron 8.175 copias.

Es imposible que todas estas estampaciones se produjesen sin que se retocase y regrabase la plancha en aquellos lugares donde fuese necesario, puesto que tras el millar o millar y medio de impresiones quedaban muy desgastadas por el uso. El proceso de renovación de la plancha era muy delicado y requería el concurso de un oficial experto, que normalmente aprovechaba esta intervención para actualizar la información geográfica del mapa, origen de cinco diferentes estados de plancha que se produjeron sucesivamente en 1570, 1573, 1588, 1591 (al fin, 1592) y 1598.