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Dibujos, fotografías, pinturas, libros e incluso algunas figuras de papiroflexia forman parte de Homenaje a Unamuno, la exposición que durante casi un mes ha podido verse en la Embajada de España en Tokio. La muestra, que forma parte del programa cultural del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca, ha sido organizada por la Casa Museo Unamuno, la Galería Conmemorativa Toshima Yasumasa y la Oficina del VIII Centenario, con la colaboración de la legación española en Japón.

La muestra gira en torno a la vida de Miguel de Unamuno contada en primera persona, con textos e ilustraciones que recuerdan su nacimiento en Bilbao y su periplo hasta asentarse en Salamanca, donde se recrea en su condición de universitario. También están presentes sus años de exilio, así como el repaso a sus principales trabajos literarios, sin olvidar sus dibujos y otros aspectos relativos a su creatividad. Un capítulo de la exposición explora la relación entre el exrector y Japón, a través de los libros sobre cultura nipona que aquel leyó y conservó en su biblioteca, pero también las traducciones y los distintos estudios que de su obra se han hecho en dicho país desde el año 1937, cuando se publicó Del sentimiento trágico de la vida.

El Tratado  Hispano Japonés de Amistad, Comercio y Navegación entre España y Japón se firmó el 12 de noviembre de 1868, y a lo largo de este siglo y medio las relaciones entre ambas naciones se han ido consolidando a través, entre otras áreas, de la educación, la ciencia y la cultura. Durante al menos el último siglo, la Universidad de Salamanca ha jugado un papel importante en esa relación.

Desde que en 1929 el primer ciudadano japonés se matriculara en los Cursos Internacionales de la USAL, la relación se ha multiplicado y fortalecido con la creación del Centro Cultural Hispano Japonés, el intercambio de profesores y estudiantes a través de acuerdos de colaboración, la actividad de la Asociación Universidad de Salamanca en Japón y, en el plano institucional, las visitas a Salamanca de los Emperadores y del Príncipe Heredero.

Precisamente el 150 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, que se cumple este año, ha sido lo que ha motivado la exposición, que ha permanecido abierta del 12 de septiembre al 8 de octubre como parte de un completo programa que incluye 25 actividades culturales en 15 ciudades de Japón.

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